orgullo aferrado
Hay algunas cosas que a pesar de hacernos daño, o de doler, que a veces es lo mismo y a veces no, no queremos olvidar. Otras querríamos olvidarlas y están grabadas en la memoria, tatuadas con lágrimas en las mejillas. Yo no quiero olvidar que hay mañanas que amanecen mejor, ni quiero olvidar por qué. No quiero olvidar que la risa no siempre es más fácil que el llanto, pero tampoco siempre es más divertida. No quiero olvidar que estoy viva ni que mañana puedo no estarlo. No quiero olvidar que el amor existe, que quiero y que me quieren, y que a veces el amor duele tanto como el desamor, o incluso más. No quiero olvidar algunos lugares, algunos amaneceres, algunas personas, algunas cosas. No quiero olvidar el olor de un bebé, ni una risa infantil, ni el primer adiós. No quiero olvidar. No quiero perder cosas. No quiero que con el paso de los años olvide como me sentía en mi cumpleaños cuando era niña, lo feliz que era cuando estaba con los amigos, cuando por cada tonteria nos efadabamos y enseguida no perdonabamos con una sonrisa. O la primera vez que ví el mar. Aquellas tardes jugando en casa. Aquellos momentos, Aquellos años. Aquellos días. Aquella vida..
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario